El poeta se convierte en un profeta que señala los errores del presente para conseguir superarlos y acceder a un futuro mejor; está obsesionado con los valores absolutos, pero los busca en el presente histórico. Así pues, se distinguen tres tiempos poéticos:
El pasado ahistórico: expectativas de trascendencia y eternidad; época de conflicto interno, de búsqueda interior. Significa rechazo y negación por el fracaso total de las antiguas concepciones del mundo.
El presente histórico: tiempo en el que transcurre principalmente la poesía social. Aparecen tres elementos claves: el "yo" poético; el hombre en su contexto histórico. El yo poético proclama su propia humanidad y finitud, su pertenencia al género humano; después habla del hombre en general, su situación en el mundo, su contexto, los defectos de la sociedad en que habita; finalmente predica su propia doctrina, la salvación a través de la poesía.
El futuro utópico: ilusión que justifica el trabajo y el esfuerzo del presente. La ideología del trabajo solidario no se sustenta en su entrega, sino en los futuros logros. Llegar a la utopía es difícil porque hay una lucha impidiéndolo: la del pasado histórico que trata de permanecer y el presente que debe romper con el pasado para posibilitar un cambio. Es la confrontación entre la sombra y la luz. En el futuro utópico están los valores absolutos de la paz, la justicia, la libertad... Reclama un hombre en paz en un mundo justo y libre. La ideología comunista se convierte en un medio para el fin de su doctrina poética.
Maneja a la perfección todas las posibilidades expresivas, desde los recursos más tradicionales al experimentalismo lingüístico más complejo; utiliza el verso libre, el versículo y formas semilibres.
El pasado ahistórico: expectativas de trascendencia y eternidad; época de conflicto interno, de búsqueda interior. Significa rechazo y negación por el fracaso total de las antiguas concepciones del mundo.
El presente histórico: tiempo en el que transcurre principalmente la poesía social. Aparecen tres elementos claves: el "yo" poético; el hombre en su contexto histórico. El yo poético proclama su propia humanidad y finitud, su pertenencia al género humano; después habla del hombre en general, su situación en el mundo, su contexto, los defectos de la sociedad en que habita; finalmente predica su propia doctrina, la salvación a través de la poesía.
El futuro utópico: ilusión que justifica el trabajo y el esfuerzo del presente. La ideología del trabajo solidario no se sustenta en su entrega, sino en los futuros logros. Llegar a la utopía es difícil porque hay una lucha impidiéndolo: la del pasado histórico que trata de permanecer y el presente que debe romper con el pasado para posibilitar un cambio. Es la confrontación entre la sombra y la luz. En el futuro utópico están los valores absolutos de la paz, la justicia, la libertad... Reclama un hombre en paz en un mundo justo y libre. La ideología comunista se convierte en un medio para el fin de su doctrina poética.
Maneja a la perfección todas las posibilidades expresivas, desde los recursos más tradicionales al experimentalismo lingüístico más complejo; utiliza el verso libre, el versículo y formas semilibres.
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